Azul

soy una sonrisa húmeda
un hilo líquido
helado

y cálido como el abrazo 
chacarera de agua
temperamental

un cuerpo en la corriente 

aquí,
río

uno
y enhebro

cielo, nieve, piedra, bosque
la lengua del último huemul
de la tarde
 
un caminante de piel curtida se inclina y bebe
junta un poco de mí en una botella abollada
la sed
y su mujer que espera al otro lado de la ruta
el vestido roto flamea, y el polvo también canta

eso que sólo oyen
de noche
tres amigos alrededor de un fogón
y una guitarra de luz  
en las cuerdas
vocales

una canción de amor, tierra
y traición

aquí,
río

canto
enhebro

distintos saludos
bajo el soliloquio 
de los árboles

que buscan
una voz

en sus raíces


aquí,


distintas patagonias

Lago Puelo, enero 2013

SINOPSIS

Están la ciudad y la cloaca. Una (la ciudad) se esfuerza por negar a la otra a través de la aversión. La otra (cloaca) la niega por la distancia y la deformación que argumenta la ilusión feroz.

Pero son distintas caras de una misma moneda.

Algo similar sucede con los personajes. Hay un hombre que llega a la cloaca, no se sabe bien por qué motivo: pareciera que huye de la ciudad, como si quisiera olvidarse de ella. Y los habitantes de la cloaca se revolucionan con su llegada y no entienden (aunque lo intentan averiguar con sus métodos particulares) cómo ni por qué este hombre abandonó la ciudad, que es la fuente de sus ilusiones y sus sueños, que es adonde aspiran a estar/ ir las criaturas que viven en la cloaca: ratas, ratones, murciélagos, iguanas, lagartijas, tejones, algún que otro cocodrilo que mastica fuego, etc.

La ciudad está más cerca de lo que se permiten aceptar: sobre sus cabezas.
La cloaca para la ciudad, también: en sus entrañas.

¿Antiprincipito... reunión secreta... qué es?

Es un secreto, o sea, demasiado no podemos revelar. Sólo contarles que nació de un dibujo. Y que ese dibujo se transformó en una historia que reúne gente. Y que la historia de esas reuniones se transformó en un libro que cuenta cómo se ve el mundo al otro lado de la noche. El año pasado esta historia saltó de las páginas a las tablas del teatro, recorriendo nocturnidades, desconcertando en secreto a un público ocasional. Dicen que dijeron que habían dicho los que vinieron primero, a los que fueron viniendo después, que cada una de esas Reuniones Secretas fue distinta de la otra, que aquello muta constantemente, para bien o para mal del planeta. Pero como dice Doña César (la sabia rata de las nueve tetas) todo lo que se dice haber visto, habrá que verlo. Los esperamos.